Me causa interés la constante disputa entre el ornamento y lo funcional. Unas veces un ornamento excesivo deja de lado la función y otras la función no cree en el ornamento irracional. A mi parecer el ornamento siempre estará, a veces de forma sutil y discreta y otras exuberante y cargadas de EGO. Al final donde poner la línea del ornamento racional al irracional es subjetivo y muy personal__________________________________
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pabellón Barcelona de Mies van de Rohe |
Pero, y la función? La función no es tan subjetiva del arquitecto, la marca los usuarios y el destino de la edificación. Usuarios a los que aveces conoceremos y otras no.
- El primer escenario dependerá de nuestra inteligencia social para acercarnos al máximo a las necesidades del cliente y poder, así, tener clara la función de cada espacio. Sin perder de vista el constante cambio en el que está el ser humano y lo que le rodea.
- Pero en un edificio plurifamiliar hay muchos usuarios. Los conocemos a todos? Hacemos unas viviendas para el tipo de familia más representativa? O realizamos algo flexible que permita al usuario acabarse de construir su hogar y que a la vez sea variable?
Un proyecto muy interesante es el Golden Lane, de A.&P. Smithson, dónde dos arquitectos se replantearon las necesidades reales de las personas.
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