LA VIENA DE ADOLF LOOS: una ciudad extremadamente conservadora, que formó parte del imperio austro-húngaro (dinastía basada en la apariencia y en la grandilocuencia), hasta la primera guerra mundial.
LOOS pretende cambiar dicha mentalidad, introduciendo modernidades.
Una de sus primeras propuestas (no muy conocidas) es la adaptación (estrictamente en el interior)del CAFÉ MUSEUM, VIENA, 1899; consiste en un enyesado de color blanco de los arcos, con elementos de latón, descuelga unas luminarias a modo de bombilla desnuda; utiliza madera de kaoba para el mobiliario y madera en color verde para el arrimadero. La AUSTERIDAD es la característica principal. En este café se reunían los modernos nihilistas como LUDWIG WUTTGENSTEIN :”hay que callar de lo que se quiere hablar”.
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CAFE MUSEUM VIENA |
En la BÖSENDORFERSTRASSE 3, VIENA,1903 se situaba un bloque de pisos sencillo destinado al alquiler, en cuya construcción no intervino;aunque sí lo hizo en el interior de su vivienda, la cual se encontraba en dicho edificio.
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BÖSENDORFERSTRASSE 3, VIENA |
En él dormitorio podemos observar la contraposición con el CAFE MUSEUM, ya que éste si que está "ornamentado".
La conferencia que ofrece Loos: “Ornamento y delito” (1908) ha marcado la arquitectura del S.XX
“La evolución de la cultura es proporcional a la desaparición del ornamento en los objetos utilitarios”. El avance de nuestra cultura implica renunciar a la cultura conservadora del ornamento para modernizarnos.
Critica los diseños de mobiliario de HOFFMANN y MOSER, y desnuda de cualquier ornamentación para potenciar su esencia, esta depuración es modernidad. “El ornamento es fuerza de trabajo malgastada, y por ello, salud malgastada”.
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ALMACENES GOLDMAN & SALATSCH, MICHAELERPLATZ,VIENA,1909-1911. |
El arquitecto municipal, le pidió que ornamentara la fachada debido a la situación delante del palacio, aunque finalmente, él no hizo caso, y el cuerpo central es liso, con un estuco blanco, sin más ornamentación que la ventana repetida de la fachada.Si vemos el interior de las galerías, vemos que hay ornamentación lujosa (madera, espejos, latón…), pero en la zona de confección observamos austeridad.Es por ello que fue muy criticado y tuvo que hacer una conferencia multitudinaria en la que explicó su radicalidad. A pesar de todo esto, en uno de sus últimos dibujos, dejó claro que estaba dispuesto a poner jardineras en algunas de las ventanas, a modo de ornamentación.
En la sección constructiva podemos observar que la columnata de la entrada no es estructural, por lo tanto, es ornamentación.
“Arquitectura” (1910): “la casa tiene que ser poco llamativa […] viste moderno quien menos llama la atención”. En este libro explica con más claridad su reclamo de la depuración y la austeridad de la arquitectura, porque la modernidad es dicha renuncia a la ornamentación.
Su maestro es SCHINKEL (Altes museum, Berlin): “la casa tiene que gustar a todos. A diferencia de la obra de arte, que no tiene que gustar a nadie”. La obra de arte está para provocar reacciones en la gente, mientras la casa no tiene por qué.
“La obra de arte es asunto privado del artista. La casa no lo es.” El arquitecto debe controlar su expresión, siendo austero. “La obra de arte es revolucionaria, la casa es conservadora”. Él va en contra de los conservadores, ya que lucha por el confort del espacio doméstico.
CONCLUSIÓN: efectivamente Adolf Loos depura el ornamento, pero no renuncia a él.
“El ornamento es la degeneración del arte y dinero malgastado”. Aunque escriba estas frases tan tajantes y contundentes, él depura el ornamento, pero no siempre lo descarta del todo, como podemos observar en el dormitorio de su piso.
Y PODRÍAMOS DECIR QUE EN LA ACTUALIDAD SEGUIMOS SUS MISMOS PASOS, PUES HUÍMOS DEL BARROQUISMO Y SE MIRA HACIA LINEAS MÁS PURAS, PERO AÚN ASÍ, ESAS LINEAS SON LA ORNAMENTACIÓN CONTEMPORANEA.
Catalina Coll.
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