el ORNAMENTO de la función
La ornamentación es un tema
recurrente en la arquitectura, bien por su uso excesivo o por su aparente
inexistencia.
Cuando
hablamos de estos dos conceptos, es imposible no hacer referencia a uno de los
arquitectos más revolucionarios de la arquitectura moderna.
Loos fue el pionero de una generación
de arquitectos que hartos de la sobresaturación, “rompieron” con la tradición
de su época eliminando la recargada ornamentación clásica y cualquier elemento
accesorio sin funcionalidad. Simplificando las formas, los volúmenes a la
mínima expresión para destacar la esencia de la “función”.
El tema
de la función del ornamento se ha discutido hasta la saciedad, llegando a
diferentes conclusiones pero,
En los
últimos años hemos presenciado muchos de estos ejemplos
Una infraestructura cuya función es la de transportar pasajeros, pero a la que se le habían atribuido muchas otras funciones, más relevantes que la suya propia como era desarrollar el sector turístico y abrir la sociedad de Castellón al mundo.
Es cierto que la arquitectura ha contribuido en múltiples ocasiones a transformar espacios, e incluso ciudades como ha ocurrido en el caso de Bilbao con el museo Guggenheim, donde un “simple” museo, pasa a ser el motor del desarrollo urbanístico
y económico de la ciudad, a la vez que un símbolo para sus ciudadanos.
Estos fracasos y éxitos nos deben hacer reflexionar a la hora de afrontar nuevos proyectos, de tal manera que seamos capaces de alcanzar los objetivos deseados de una manera racional utilizando todas las herramientas que tenemos a nuestra alcance y consiguiendo que la arquitectura sea cercana al usuario.
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